Alexander tenía sentimientos encontrados. En La Habana (donde nació el 29 de julio de 1987, fue campeón nacional juvenil de atletismo en 100 metros. Pero el fútbol era su amor. ¿Puede un gol empezar a gestarse en 2014? En la metáfora de vida de este cubano de ley sin dudas que sí. Fue el año en el que pisó por primera vez Santa Rosa. Cada tanto debía regresar a Cuba por cuestiones de inmigración. Hasta que en tierras pampeanas conoció a Daniela y al tiempo nació Elena. Su familia decidió este nuevo arraigo.
El domingo en el histórico estadio puntano, González Ferrer, corrió como atleta y definió como goleador. Después se disparó hacia sus compañeros y a la tribuna donde otros pampeanos gritaban “Cubano, Cubano”. Sus lágrimas de alegría marcaron el cierre de un proceso. Que nació en La Habana, pasó por Santa Rosa y terminó en San Luis.
SU HISTORIA
“Yo soy cubano, de La Habana, hijo único. Tengo un tío por parte de mi padre que vivía hace mucho tiempo en Santa Rosa. Él había venido en 1998 con un intercambio deportivo. En el 2014 me invitó y vine. A Cuba volvía cada dos años hasta que en 2019 nace mi nena que tiene 5. Ya post pandemia tenía la ciudadanía argentina”, cuenta en el arranque de la charla quien además se desempeña en el rubro inmobiliario.
DEL ATLETISMO AL FÚTBOL
Sorprendió tanta emoción en el festejo de su gol. “Lloraba en la celebración del gol, era corredor de 100 metros en Cuba, allí corría y fui campeón nacional juvenil. Pero el fútbol siempre lo llevé adentro. Allá el fútbol no es profesional. Cuando era más chico jugaba, pero era un deporte amateur. Por eso me incliné por el atletismo que lo amo, pero el fútbol es mi vida”, analiza.
Luego agrega: “Cuando llegué a Santa Rosa en el 2014 me di cuenta que el atletismo era distinto y me dediqué a trabajar y a jugar en algunos torneos libres hasta que llegó a Atlético el Panza Susvielles y me lleva. Luego en 2019 nace mi nena y posterior a la pandemia me dediqué a jugar los Torneos La Barranca que son muy fuertes y competitivos”.
CASI NO VIAJA
Una semana antes del torneo Alexander recibió un golpe en la rodilla de un rival y su participación en el Nacional estaba en duda. También cuenta que debió pasar por un proceso complicado ya que su peso atlético era de 62 kilos. “Yo juego para Defensores en el torneo de La Barranca y me llamaron para venir al Nacional. Con la lesión igual los entrenadores Marcos Cano y Lucas Forte confiaron en mí. Feliz porque por la transmisión también me vieron mis amigos cubanos regados por el Mundo, esto también es para ellos”.
“VIRREY FUE MUY BUEN RIVAL”
El delantero cubano argentino no duda sobre el rival en la final: “Primero felicitar al equipo de Virrey a todos los que participaron por el esfuerzo que hacen. También a la organización por la oportunidad que nos dan de jugar en este tipo de Estadios. Virrey fue un muy buen contrincante. Habíamos visto por video cómo jugaban. En los últimos minutos me dice Marcos, `Cuba entrá y aguantá la pelota´. En la jugada del gol Ale Frank me dice que agarre la pelota y corra porque el arquero se vino al medio de la cancha. Así fue. Levanto el pase, se la tiro larga y corro. Así se me dio el gol”.
“REPRESENTO A TODOS LOS CHICOS DE CUBA”
Un gol, un título, un momento de felicidad. No se trata de un torneo profesional, pero el sentido que los jugadores le dan al evento es importante. Se entrenan todo el año, hacen el esfuerzo económico para estar. El éxito y la alegría se puede experimentar de manera variada. Así lo siente González Ferrer: “La emoción de las lágrimas tiene que ver con todo. Represento a todos los chicos de Cuba que logran salir de donde están y pueden llegar a un lugar. El cubano juega muy bien al fútbol, pero al ser amateur tal vez no lo puede demostrar. Yo creo en Dios y se que la varita mágica alguna vez toca. Y sobre el torneo de San Luis la única diferencia con el jugador profesional es que nosotros jugamos por amor al fútbol y ellos viven del balón. Pero nosotros para ir al Nacional entrenamos todos los días, incluso el domingo antes de viajar entrenamos. Es un torneo de mucha calidad, todos se prepararon muchísimo. Quiero agradecer también al entrenador de Defensores Cristian el Pulo Cordobés”.
No quedan dudas. “Alex”, “Ferrer González”, “Cuba”, su nuevo apodo “El demonio del gol”, reflejan el sentir del fútbol. Y en ese grito de campeón, se sintetiza el esfuerzo y se cruzan historias de vida. En este caso, de desarraigo, pero nuevas oportunidades.
Texto: Ezequiel Re
Fotos: Luciano Giusti