El fútbol senior tiene un nuevo campeón de la Asociación Argentina Veranos de Fútbol, y en el centro de la hazaña está Héctor Manuel Porpatto, el experimentado arquero santafesino que fue clave en la victoria de San Lorenzo en el campeonato de la categoría Senior disputado en San Luis. Con más de 60 años, Porpatto no solo defendió su arco con grandes atajadas, sino que en la gran final fue decisivo al detener dos penales, asegurando así el máximo trofeo para su equipo y llevando la copa a Santa Fe.
Héctor Porpatto no es solo un arquero más en la Liga Senior. A lo largo de su vida, ha dejado una marca profunda en el fútbol de los barrios de Santa Fe, tanto como jugador y entrenador. Actualmente trabaja en el Club Colón, donde se desempeña como entrenador de arqueros, y anteriormente fue director técnico del equipo liguista sabalero. Su carrera está llena de momentos importantes, pero el reciente campeonato con San Lorenzo es sin duda una de las joyas más brillantes en su extensa trayectoria.
Porpatto, a quien el fútbol le ha dado muchos amigos y alegrías, ahora puede sumar un logro más a su carrera, demostrando que la pasión por el deporte no tiene límites de edad. Su actuación en San Luis no solo fue destacada, sino que lo consolidó como uno de los jugadores más importantes de la competencia, siendo una inspiración para sus compañeros y todos aquellos que lo siguen.
Una historia de lucha y superación
Pero la vida de Héctor Porpatto no ha sido solo éxitos deportivos. Detrás de cada logro hay una historia de esfuerzo, lucha y superación que lo define no solo como jugador, sino también como ser humano. No hace mucho, Porpatto enfrentó una dura batalla contra una enfermedad que puso a prueba su fortaleza física y emocional. Con el apoyo de su familia y amigos, logró superar esa difícil etapa y, como en tantas otras oportunidades, salió victorioso.
"Para mí, es una bendición poder seguir jugando al fútbol a esta edad", confesó Porpatto en una entrevista reciente con El Litoral. "La vida me ha dado muchas cosas, algunas buenas y otras no tanto, pero siempre me apoyé en mi familia y en mis amigos para seguir adelante".
Porpatto también recordó los momentos difíciles que vivió durante la inundación que afectó a Santa Fe en 2003, cuando su casa quedó bajo el agua. A pesar de las adversidades, decidió quedarse y resistir, protegiendo a su familia y mascotas hasta que pudieron reconstruir su hogar. Hoy, después de mucho esfuerzo, la casa está nuevamente en pie, y él ha retomado su vida con la misma energía de siempre.
"Agradecido de la vida"
Porpatto es un hombre que ha aprendido a valorar cada momento. "Estoy agradecido a la vida, a mi familia, a mis amigos y al fútbol", aseguró. "Después de todo lo que hemos pasado, estar aquí, jugando y ganando un campeonato a nivel nacional (AAVF), es una caricia para el alma".
Su regreso a las canchas con San Lorenzo, después de haber superado su enfermedad, es un testimonio de su pasión y amor por el deporte. No importa cuántos años tenga, sigue siendo un competidor nato, dispuesto a dar lo mejor de sí en cada partido.
El triunfo en San Luis, un logro para el recuerdo
La victoria de San Lorenzo en el campeonato Senior de San Luis fue un momento de gloria para Porpatto y todo el equipo. Después de una campaña exigente, lograron imponerse en la final gracias a las brillantes intervenciones del arquero, quien detuvo dos penales en el momento clave de la definición. Los festejos no se hicieron esperar, y el plantel celebró a lo grande el logro de traer la copa a Santa Fe.
Este título no solo representa un logro deportivo, sino también una reafirmación del espíritu de lucha y perseverancia que caracteriza a Porpatto. Para él, cada partido es una nueva oportunidad de disfrutar del fútbol, de estar rodeado de amigos y de seguir cosechando alegrías.
Héctor Porpatto ha dejado y seguirá escribiendo buenos momentos en el fútbol de Santa Fe. Como jugador, entrenador y, sobre todo, como persona, ha sido un ejemplo de trabajo, dedicación y amor por el deporte. Su historia inspira a las nuevas generaciones, no solo por sus éxitos en la cancha, sino también por su capacidad de superar obstáculos y seguir adelante, siempre con una sonrisa y un profundo agradecimiento por la vida.
Hoy, Porpatto sigue activo, entrenando a los arqueros de las canteras en Colón y disfrutando de cada momento que el fútbol le brinda. "El fútbol me ha dado muchos amigos, y eso es lo que más valoro", dice con humildad. "Agradezco cada día poder seguir haciendo lo que amo".
Con más de 60 años, sigue demostrando que los sueños no tienen fecha de vencimiento, y que la verdadera victoria está en nunca rendirse.